LOS CUARZOS Y TERAPIAS CON ELLOS.
INTRODUCCIÓN. Al utilizar cristales para
curación, se trabaja con los sistemas que alimentan los niveles celulares o
moleculares del cuerpo
humano. Los
cuarzos tienen efectos poderosos para corregir los patrones de energía normal
que pueden ser la causa de molestias o enfermedades. Mientras que se administra
un medicamento o cirugía para arreglar el padecimiento en el cuerpo físico, los
cristales trabajan con las energías sutiles o etericas movilizando la energía
estancada, al mismo tiempo que estabiliza los niveles de conciencia, por lo que
se está efectuando curación con energía pura.
Acercarnos a los cristales requiere la consciencia de que estamos
trabajando con seres evolucionados dentro del mundo mineral. No estamos
tratando con elementos mecánicos que al igual que una receta cumplen una
función determinada, sino que ellos van a interaccionar con nosotros, en todas
las áreas de nuestra vida: energética, emocional, mental, etc. y por tanto una
de las claves que pueden ayudarnos a funcionar con los cristales
Cada piedra posee unas cualidades y unas
características determinadas. Para que ejerzan sus propiedades es recomendable
estar en contacto constante con ellas. La forma más cómoda es llevándolas
encima para que ayuden a armonizarnos, a purificar, a limpiar nuestro campo
energético. Podemos meditar con ellas y conectar con nuestra esencia. Así como
tomar sus elixires. Complementarlas con otras terapias, como con reiki.
Programarlas para algún deseo. Etc. Serán una magnífica ayuda en nuestro
despertar de conciencia. De nosotros dependerá hasta dónde queramos
profundizar.
Al colocarlos sobre el cuerpo activan toda la información guardada en este.
Cada chakra es un estado de conciencia y alberga toda la información de los
cuatro cuerpos (físico-emocional-mental y espiritual).
Es por ello que, al disponernos los cristales comienzan a develarse
sensaciones físicas, emociones, pensamientos, imágenes, visualizaciones,
sonidos etc. Todo este bagaje de información que tenemos dentro se nos pone a
disposición para poder entrar a nuestro mundo interno, indagarnos, conocernos,
tomar conciencia de nosotros mismos y hacernos cargo de nuestra propia vida.
¿POR QUÉ SANAN LOS CRISTALES? Como terapia actúa a nivel físico, mental y
emocional, corrigiendo las emociones negativas que provocan la enfermedad. Los cristales tienen poder y energía propios, surten efecto en simple
proximidad con la persona que lo necesita. Alivian dolores, dan
claridad,
canalizan energías positivas, liberan de energías negativas, otorgan serenidad
y proveen de sabiduría.
Por su estructura molecular: Esta vibra y está en resonancia con la estructura molecular de nuestro
cuerpo físico.
Por el color: El color es una longitud de onda. Vibra en una frecuencia determinada
que se corresponde con cada color de los chakras.
Por su geometría
sagrada: Sabemos que el lenguaje universal está expresado en símbolos. En los
Cristales podemos encontrar todas estas figuras, comprendiendo que su
decodificación dependerá de nuestro trabajo interno con nosotros mismos.
Los cristales nos dan la posibilidad de ir transitando y reconstruyendo
nuestra trama interna de emociones y patrones mentales y darnos cuenta cómo
esas energías crean situaciones e influyen en nuestra vida cotidiana. En
algunos casos impidiendo la verdadera manifestación de nuestra Alma o esencia
Divina. Nos ayudan a mejorar nuestra calidad de vida.
Los cristales terminados en un solo extremo agudo
transmiten energías en una sola dirección. Un cristal con una
sola
punta tiene carga positiva en el extremo afilado y carga neutral en la base
plana. Estos tienen energía equilibrada y son adecuados para producir sosiego.
Son apropiados para cualquier clase de curación, para llevarlo en un bolsillo o
en un colgante.
Cristales y
gemas de colores, las gemas y cristales de colores tiene sus
propiedades curativas por su constitución además de las propiedades que les
otorga su color. Podemos hacer terapias colocando gemas en cada chakra y del
color correspondiente, es importante tener orientación y conocimiento de cada
gema, como por ejemplo, el granate, que es rojo, puede utilizarse en el chakra
base para mejorar la circulación o la anemia o activar la energía cuando se
está decaído, pero también puede usarse en el chakra ajna, para despertar la intuición.
Y en caso de estar hiperactivo no conviene utilizarlo en el chakra base, porque
aumentaría más ese exceso de energía.
Al colocar las piedras en el cuerpo se puede sentir o experimentar sensaciones en el cuerpo, como hormigueo, frío y calor, etc. O bien no sentir nada. Lo mismo ocurre con el cristal, puede calentarse y enfriarse, incluso a veces palpitar. Estas sensaciones son normales, se trata de la integración de la gema o cristal con el aura de la persona.
Al colocar las piedras en el cuerpo se puede sentir o experimentar sensaciones en el cuerpo, como hormigueo, frío y calor, etc. O bien no sentir nada. Lo mismo ocurre con el cristal, puede calentarse y enfriarse, incluso a veces palpitar. Estas sensaciones son normales, se trata de la integración de la gema o cristal con el aura de la persona.
EJERCICIOS CON CUARZOS.
Equilibrar el cuerpo. En este ejercicio podemos necesitar la ayuda de otra persona que nos coloque los cuarzos, si se nos hace difícil a nosotros mismos. El cuarzo de la mano derecha deberá ir con la punta hacia afuera y el de la izquierda con la punta hacia adentro.
Comienzo. Nos sentaremos en una silla, y mantenemos la espalda recta, pero que no nos cueste o duela la posición erguida. Colocaremos el cuarzo de la mano derecha en el hombro izquierdo, así mismo el cuarzo izquierdo en el hombro derecho. (El punto exacto de la colocación de los cuarzos debe ser en la hendidura que se forma sobre la clavícula). Es importante mantener la mente enfocada en dirigir energía positiva que penetre a lo largo del meridiano que recorre la parte frontal del cuerpo hasta los pies, proyectando energía de relajación, tranquilidad y bienestar. Cuando hayamos terminado la práctica y sintamos que los cristales se han enfriado, la daremos por terminada. Nos tomamos un tiempo para volver a “la realidad” y nos incorporamos lentamente, recordando las sensaciones que hemos experimentado. Se debe mantener la total concentración. Este ejercicio trabaja en los meridianos de riñones, bazo, estomago, hígado.
Continuación. Nos pondremos tumbados de espaldas y ponemos el cuarzo de la mano derecha en el hombro derecho y el cuarzo de la mano izquierda sobre el hombro izquierdo. Visualizamos la energía positiva que penetra a lo largo del meridiano que recorre la parte posterior del cuerpo hasta los pies proyectando energía de relajación, tranquilidad y bienestar. Es importante mantener la concentración en la visualización. Cuando hayamos terminado la práctica y sintamos que los cristales se han enfriado, la daremos por terminada. Nos tomamos un tiempo para volver a “la realidad” y nos incorporamos lentamente, recordando las sensaciones que hemos experimentado. Esta práctica trabaja en los meridianos de vesícula, ciática, vejiga y du mai central columna.
Equilibrio mental. Nos tumbaremos boca arriba. El cuarzo de la mano derecha deberá ir con la punta hacia afuera y el de la izquierda con la punta hacia adentro. Colocar el cuarzo de la mano derecha en la sien derecha, así mismo el izquierdo en la sien lateral izquierda. Es importante que durante el tiempo que se están sosteniendo los cuarzos, mantener la mente enfocada en dirigir energía positiva que penetre en la zona de la cabeza y la mente proyectando relajación, tranquilidad, paz, armonía y bienestar. Se debe mantener la total concentración. Cuando hayamos terminado la práctica y sintamos que los cristales se han enfriado, la daremos por terminada. Nos tomamos un tiempo para volver a “la realidad” y nos incorporamos lentamente, recordando las sensaciones que hemos experimentado. Este ejercicio equilibra el sistema glandular y todos los procesos químicos. Balancea los hemisferios izquierdos (funciones lógicas y razonables) con derecho del cerebro (funciones intuitivas y automáticas).
Equilibrio
de los chakras. En este ejercicio usaremos una gema para cada
centro energético. Este es un ejemplo posible entre tantas combinaciones. En el
chakra base colocaremos un jaspe rojo, o un onix. En el ombligo,
pondremos un
ágata naranja. En el plexo solar colocaremos un cuarzo citrino o una calcita
amarilla. En el corazón un cuarzo rosa. En la garganta un aguamarina. En el
tercer ojo una sodalita e en la cabeza un cuarzo blanco. Es importante
visualizar cada chakra en su color, y que circula perfectamente, que está en
equilibrio y eso llena de equilibrio cada parte que rige cada centro. Los
imaginamos conectados todos entre si, aportándonos armonía, equilibrio y
bienestar. Cuando hayamos terminado la práctica y sintamos que los cristales se
han enfriado, la daremos por terminada. Nos tomamos un tiempo para volver a “la
realidad” y nos incorporamos lentamente, recordando las sensaciones que hemos
experimentado.
NOTA. Podemos acompañar la terapia, si eso nos ayuda, con música
relajante o música reiki, con inciensos o esencias o con alguna vela blanca.
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