Hola amigos, el dia de hoy les
quiero compartir diversos artículos y enfoques relacionados con un asunto que
muchas personas sufren en su vida y en sus relaciones con los demás. Algunos de
nuestros pacientes están en un proceso de tratamiento y disolución de una
disfunción de la personalidad denominada CODEPENDENCIA. Les dejo estas líneas
tomadas de algunos pensamientos muy claro y ciertos sobre el tema. La finalidad
es no dejar una definición concreta y una propuesta concreta; La Codependencia
es un asunto humano y de las emociones y por tanto, volátil y cambiante. Espero
les sirva a ustedes.
SABE USTED QUE ES LA CODEPENDENCIA?
Una de las
problemáticas más frecuentes en la salud emocional de las personas y que afecta
de manera significativa las relaciones amistosas, amorosas, familiares, de
trabajo y la calidad de vida de estas, es lo que se ha dado en llamar en el
ámbito de las adicciones, "codependencia" ó vínculo
"codependiente".
El o la
codependiente, es aquella persona que sufre de ansiedades, tristeza, enojo, confusión mental y trastornos psicosomáticos entre
otros, debido a sufrir de una fuerte dependencia emocional y el llevar una vida
tormentosa con un enfermo adicto.
Ahora
bien, el padecimiento se ha extendido ya que la codependencia abarca tanto a
los que se relacionan con los que usan cualquier tipo de sustancia tóxica al
organismo, como a los que se vinculan afectivamente con personas que presentan
algunas tendencias obsesiva-compulsivas al trabajo, al juego, a las compras, al
sexo, a la comida y/o aquellos que tienden a relacionarse con los
"adictos" a las relaciones destructivas.
En ese
sentido, en la consulta de pareja, es frecuente que nos encontremos con que el o la
esposo(a), el o la amante, el o la novio(a) vivan a expensas de lo que piensa y
desea el otro, dan y hacen todo lo que el otro quiere al estar
sobreinvolucradas(os) o indiferenciadas(os) con las necesidades, deseos,
pensamientos y actos del otro miembro de la pareja.
Se
preguntará usted: ¿de donde es que surge la codependencia?. Pues bien, nada
menos que en la familia. Por lo general en la vida del codependiente hay
antecedentes de convivencia por varias generaciones con adictos y/o
codependientes. En la actualidad el codependiente solo está repitiendo toda una
serie de actitudes hacia las adicciones o adoptando patrones codependientes que
sufrió y aprendió en su vida familiar.
Tanto el
codependiente como el adicto crecieron en ambientes familiares enfermantes,
motivo por el cual los dos se vinculan desde sus carencias más tempranas y
profundas. Así, el adicto como el codependiente, para llenar sus propios
"vacíos" se necesitan uno al otro, por lo tanto el adicto llena sus
"vacíos" con la droga y el codependiente "trata" de llenar
los suyos, a través del adicto.
En los Grupos de Reflexión que coordino sobre la temática de la
"Codependencia", observamos que siempre existe en estas personas la
necesidad de la búsqueda de una mirada que los complete, que les de forma, que
les nutra en su autoestima
y registros de ser mujeres u hombres. Así, frecuentemente el o la codependiente
en un acto fallido se mira en las "miradas ciegas" del otro, quien no
lo ve, ya que también ellas(os) andan en la búsqueda de una figura (maternal o
paternal) que les de afecto y aceptación.
Es necesario concluir que "toda
relación amorosa que no produce paz, sino angustia o culpa, está impregnada de
codependencia" y que la forma sana y efectiva para recuperarse de la
codependencia (y extensivamente ayudar al adicto) consiste en que la persona
codependiente reconozca sus propios problemas y busque guía y apoyo psicológico, se apoye en trabajos grupales vivenciales y/o en grupos de ayuda mutua.
QUE ES UNA RELACION DESTRUCTIVA?
La relación destructiva se caracteriza por la presencia constante de agresión emocional, psicológica y física que conlleva el menosprecio de la persona afectada.
El componente principal en la relación destructiva es la agresividad y esta queda evidente a través de:
La relación destructiva se caracteriza por la presencia constante de agresión emocional, psicológica y física que conlleva el menosprecio de la persona afectada.
El componente principal en la relación destructiva es la agresividad y esta queda evidente a través de:
Agresión Física:
Empujones
Forcejeos
Apretones
Golpizas brutales
Supuestas caricias fuertes con mala
intención (nalgadas por ejemplo)
Agresión Emocional:
Insultos
Infidelidad
Burla
Control físico
Control económico
Agresión Psicológica:
Descalificación de lo que hace la
persona
Crítica sobre su aspecto
Critica sobre su familia
Desprecio de sus actividades
Malos comentarios ante otras
personas
Gestos y actitudes de
descalificación.
Al ver que son tantos los factores que están presentes en
las relaciones destructivas, podemos decir, que casi siempre se presentan una
combinación de los mencionados o algunos otros factores que en este artículo
no mencionamos. Pero siempre aparece la pregunta siguiente:
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¿Por qué razones se permanece en una relación destructiva y
se permite el maltrato?
Muchas personas permanecen en relaciones destructivas, ya que desde pequeños en las familias se ha visto repetidamente el abuso, y en virtud de que los hogares disfuncionales siempre presentan estos patrones y las personas que son educadas en estas familias, llegan a ver como “normal" o como parte de la vida el abuso. Quiere decir que ya están acostumbrados a este patrón y por lo tanto es un ejemplo para seguir en la vida o imitar aun de manera inconsciente.
Muchas personas permanecen en relaciones destructivas, ya que desde pequeños en las familias se ha visto repetidamente el abuso, y en virtud de que los hogares disfuncionales siempre presentan estos patrones y las personas que son educadas en estas familias, llegan a ver como “normal" o como parte de la vida el abuso. Quiere decir que ya están acostumbrados a este patrón y por lo tanto es un ejemplo para seguir en la vida o imitar aun de manera inconsciente.
Estas personas no han podido cubrir sus necesidades más básicas
desde el punto de vista emocional puesto que sus padres, los seres que deberían
darles protección, respeto y cariño han estado ausentes física o
emocionalmente, y en muchas ocasiones incluso dando la violencia y mal trato.
Estos comportamientos son más agudos en las mujeres porque así es la enseñanza. A la mujer se le educa para hacerse responsables por sus relaciones de pareja, lo que significa en muchos casos aguantar lo que sea, hasta abusos físicos en lugar de liberarse de ese sentimiento de culpa y reconocer que no deben conformarse y aspirar a relaciones sanas y mejores, es la famosa metáfora de “cargar con la cruz de su parroquia”
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Una razón más para estar en este tipo de relaciones, es
porque hay personas con baja o ausencia de autoestima. Este tipo de personas
consideran que no merecen la felicidad, ya que no tienen valor alguno para
poder encontrar una persona que en realidad las valore y las quiera, ya que,
ni siquiera ellas mismas se quieren y valoran y tienden a pensar que el valor
como persona depende de la pareja o los hijos. Generalmente son personas que
les aterra la soledad o el abandono, consideran que es necesario aguantar
cualquier cosa para no terminar una relación, así sean engaños,
infidelidades, maltratos, menos precios, etc.
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Las relaciones destructivas generan patrones de dependencia muy parecidos a las adicciones y eso hace todavía más difícil el manejo de la salud física, emocional y psicológica de la pareja. Ya que a pesar de que la persona se da cuenta que está mal no logra dejar la relación y siempre encuentra una justificación, aunque sea absurda, para seguir en la relación o para quererla mantener.
En relaciones destructivas, el agresor tiene cambios de comportamiento. Es decir, hay momentos en que se arrepiente de sus acciones, ofrece disculpas y se muestra afectuoso, haciéndole creer a su pareja que todo puede cambiar. El sumiso de la relación o dependiente de la misma no ve o no quiere ver la realidad de la situación y se aferra a esos momentos de esperanzas del supuesto cambio y sigue aguantando abusos. La realidad es que la mayoría de las veces el agresor no cambia y continúa en este círculo agresivo.
El círculo de agresión sigue tiene una serie de fases. Es
frecuente que el primer ataque aparezca como un hecho aislado. Pero, en muchos
casos, se desarrolla el ciclo de la violencia descrito por Leonore Walker
psicóloga norteamericana, la cual lo describió en tres fases:
1.
Acumulación de tensión: enojo,
discusiones, acusaciones, mal decir.
2.
Explosión de la violencia: pegar,
cachetear, patear, herir, abuso sexual, abuso verbal y puede llegar hasta el
homicidio.
3.
Período de calma: que también se le
dice de luna de miel o de reconciliación, el agresor niega la violencia, pone
pretextos, se disculpa o promete que no va a volver a suceder.
Lo más peligroso es que este ciclo se repite y con mayor
intensidad cada vez.
En las relaciones donde hay constantes abusos e insultos
se llega fácilmente a la violencia física y se pierde el respeto hacia la
otra persona ya sea la pareja, hermano, el padre etc. la mayoría de ellos
permanecen callados, no denuncian y lo más lamentable es que se convierten en
adictos de este tipo de relaciones ya que van tomando como natural la
violencia en su vida cotidiana y no logran ver el límite de cuando una
relación deja de ser edificante y pasa a ser destructiva.
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En estas relaciones se dan factores
de forma inconsciente, ya que se tiene la fantasía de que vamos a hacer cambiar
a la otra persona pues esta persona casi siempre representa una figura
importante de nuestra niñez la cual nos dañó de alguna forma y como los seres
humanos siempre buscamos el reconocimiento del otro, buscamos nuestra valía a
través de nuestros padres o figuras de autoridad y queda instalada esta
necesidad de reconocimiento y esta necesidad fácilmente se traslada a la
pareja.
Es importante mencionar que estas relaciones se inician con
una expectativa inconsciente, de tal forma en que casi sin darnos cuenta nos
involucramos en relaciones que nos destruyen, relaciones donde hay
humillaciones, rechazo, devaluaciones, manipulación, quizá violencia sexual
(que nos obligan a tener sexo) y si nuestra autoestima no está fuerte y sana se
puede llegar a la violencia verbal y física.
La mayoría de estas relaciones
destructivas pueden empezar siendo muy seductoras, la pareja nos hace sentir
personas seguras, protegidas y pasado el tiempo empieza a tornarse posesiva,
controladoras, celosas y manipuladoras.
Casi siempre pensamos que es porque nos quieren mucho y que
nosotros provocamos el enojo, empezamos a ceder ante los requerimientos de la
pareja y ya cuando nos damos cuenta estamos en medio de un verdadero conflicto.
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Si en este momento no nos detenemos y pedimos ayuda o nos
negamos a recibirla pasamos a otra etapa donde se empieza a instalar la
manipulación, la culpa, el miedo, entre otras emociones destructivas que van
minando nuestra personalidad y se instala la personalidad del agresor que en
apariencia se le puede llamar “el mas fuerte” y en realidad es “el mas débil”
ya que solo una persona cobarde (lleno de miedo) se atreve a destruir.
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Las personas atrapadas en relaciones destructivas tienen
muchas posibilidades de liberarse del maltrato (maltratador) y comenzar
nuevamente sus vidas en condiciones dignas y saludables (solas o con otras
personas), con felicidad, tranquilidad y cariño, como todo ser humano lo desea.
Los pasos a seguir para liberarse son:
1. Reconocer que viven en una relación destructiva.
2. Habla con la familia o amigos de lo que esta pasando, para romper el anonimato de la violencia.
Los pasos a seguir para liberarse son:
1. Reconocer que viven en una relación destructiva.
2. Habla con la familia o amigos de lo que esta pasando, para romper el anonimato de la violencia.
3. Reconocer que la culpa de lo que
esta pasando es de los dos, y en mayor medida del violento, para hacer
conciencia de que mereces vivir mejor.
4. Busca inmediatamente ayuda de un especialista, ya que es muy necesaria la ayuda y orientación.
4. Busca inmediatamente ayuda de un especialista, ya que es muy necesaria la ayuda y orientación.
CODEPENDENCIA,
AMOR O NECESIDAD?
Puede el amor absorbernos de tal
forma que se convierta en una adicción. Parece que hay personas que se enamoran
siempre de personas que necesitan ayuda, pero no para amarles sino para
sentirse útiles y queridas. Pero estas relaciones son problemáticas y se
convierten en destructivas; cuando es así estamos ante el síndrome de la
codependencia. Sin embargo, la dependencia siempre existe.
Si la pareja no te importa no te
implicas, si no te afecta de alguna manera no es una relación armónica y
madura, que es el ideal al que todos aspiramos.
Hay muchos tipos de codependencia,
la más común es la de una pareja que unos de sus miembros sufre una enfermedad
o una adicción (alcoholismo, ludopatía, drogas...), el otro dedica su vida a
cuidarle y a ayudarle pero sin dejar que se cure completamente, ya que, lo que
da sentido a su vida es sentirse útil y necesitado.
Esto explica que hay personas que
tienen un rasgo común en todas sus relaciones, siempre se enamoran de
alcohólicos, personas sin trabajo que hay que mantener, personas que necesitan
algún tipo de ayuda... Son personas que sienten la satisfacción y necesidad de
resolver la vida a su pareja, esto les hace sentir bien e importantes. Hay otro
tipo de personas egoístas y dominantes que no dejan crecer nada a su alrededor
"vampíricas", otras celosas que no toleran la presencia de nadie e
incluso pueden infringir malos tratos físicos o psíquicos a su pareja. A veces
hay una violencia llena de silencios y miedos.
Es un juego de poder, una lucha en
que cada uno ejerce su forma de control del otro asumiendo papeles de víctima o
de salvador. Los expertos coinciden en que quien esta inmerso en una relación
de codependencia, nunca se da cuenta de ello por si mismo, corresponde a un
tercero desde fuera la responsabilidad de hacerlo evidente. Lógicamente si la
relación es gratificante para ambas partes, si no hay dolor, si se afronta lo
cotidiano de un modo aceptable, no hay que hacer evidente los entresijos de
porque funciona la relación, solo hay que intervenir cuando la relación hace
daño a terceros, hijos, personas del entorno o uno de los miembros de la
pareja.
La codependencia puede provocar
también una serie de síntomas psicosomáticos inespecíficos, dolores de cabeza,
desarreglos digestivos menstruales, insomnio o trastornos psicológicos o
enfermedades como la depresión, la obesidad, la bulimia... Los primeros
síntomas de alarma serían no estar a gusto, no sentirse feliz, no querer llegar
a casa, no sentir deseo... Ante esto siempre cabe preguntarse a uno mismo que
me pasa.
EL MIEDO AL COMPROMISO
El miedo a la intimidad, al
compromiso, a la dependencia amorosa que hoy día se da con mucha frecuencia es
también un tipo de relación dependiente. Hay muchas personas que cuando les
surge el deseo, la atracción por alguien o se enamoran les surge
automáticamente el miedo a la dependencia, al compromiso. Suelen darse estas
situaciones en personas con experiencias anteriores dolorosas y frustradas o en
personas con padres separados ...
Brenda Schaeffer asegura que la gran
paradoja del amor dependiente es esta precisamente, desear imperiosamente amar
y ser amado: "Miedo al rechazo, miedo al dolor, miedo de perder el
control, miedo a la personalidad del otro y, muy especialmente, miedo a
conseguir la felicidad". Quien teme a la intimidad y al compromiso inicia
una relación que desea realmente pero que corta a medida que el deseo toma
forma. Así va iniciando relaciones que nunca se consolidan y entra en un ciclo
que se va repitiendo. Si no se sincera consigo mismo y no afronta cuales son
sus verdaderas necesidades y se arriesga al compromiso, difícilmente encontrará
lo que tanto desea y busca: SER FELIZ.
Relaciones destructivas.-Otro
enfoque,
Como su nombre indica, se entiende por
relaciones destructivas aquellas que producen un perjuicio tanto físico como
emocional o psicológico en ambos miembros de la pareja o en el más vulnerable.
Normalmente se piensa que las relaciones destructivas son aquellas que
conllevan maltrato físico pero hay formas más sutiles y casi tan devastadoras
de tener una relación destructiva.
El afectado o los afectados no se
dan cuenta de este perjuicio hasta que es tarde y el enganche emocional les
hace mantener esa situación negativa. También creen que el amor hará cambiar
las actitudes o adicciones del ser amado.
Reconocer las relaciones
destructivas
Para reconocer si se está inmerso o
se corre peligro de caer en las garras de las relaciones destructivas hay que
reconocer, por ejemplo:
• Si
la persona que le gusta tiene adiciones de algún tipo. No se puede esperar que
cambie sólo con su amor y sufrirá las consecuencias.
• Si
es cariñoso/a con usted, pero es muy agresivo/a por lo general en sus
relaciones con los demás, puede sentirse especial por ello, pero acabará
tratándola/lo del mismo modo.
• Si
está con alguien muy controlador/ra esos simpáticos ataques de celos, en la
etapa de cortejo, pueden convertirse en algo preocupante y es uno de los
mejores indicios de las relaciones destructivas.
Por supuesto, estos indicadores para
reconocer las relaciones destructivas deben ser habituales, no tratarse de
situaciones anecdóticas.
Adicción a las relaciones
destructivas
Cualquiera puede sentirse atraído
por una persona que no le conviene (todas las malas parejas no son relaciones
destructivas). Pero hay personas que pasan por muchas relaciones destructivas y
no se sienten cómodas en una relación sana.
Esto último suele ser porque se han
acostumbrado a experimentar el amor con esa adrenalina de las relaciones destructivas,
la lucha por merecer amor, el dolor de "hoy no siento que me quiera"
y la gloria del día que llega ese gesto de que "sí, en el fondo me
quiere". Una relación sana, con sus altibajos normales, no proporciona esa
intensidad de emociones y en algunos casos se dejan relaciones sanas porque
creen que falta pasión y que no funcionan.
Los adictos a las relaciones
destructivas
En términos generales y muy escuetos
exponemos algunas de las características de las personas que son proclives a
caer en las relaciones destructivas.
• Muy
baja autoestima: Son personas que creen tener suerte si alguien se fija en
ellas, del tipo: "Si dejo la relación ¿Quién me querrá?".
• Síndrome
del salvador: Son personas que se reafirman ayudando a alguien, lo cual es
positivo. Pero necesitan ser "salvadores" y se sienten atraídos por
personas desvalidas, con alguna adicción o problema personal, etc. Y quieren
ayudar aunque el otro no lo desee, abandonándose a sí mismas.
• Padres
muy autoritarios: Padres con los que tienes que ser y hacer como ellos quieren
o no merecerás su amor. Y creen que el amor hay que ganárselo y hacer méritos
para merecerlo.
Nuestros consejos
Este artículo está enfocado hacia
las personas más débiles de las relaciones destructivas. Pero si siente que usted
es la parte, digámosle, "negativa activa" y es consciente de que
tiene un problema, es un gran paso para salvar su relación. Recurra a un
profesional que le asesore y que le ayude a dejar de ser parte de esas
relaciones destructivas y que la suya se convierta en constructiva.
Todos los seres humanos, estamos
expuestos al riesgo de entrar en conflicto con una relación interpersonal,
familiar, de pareja, laboral o de amigos, y ésta relación puede ir desde un
simple desacuerdo, hasta el franco abuso. Solemos representar papeles en los
que uno es siempre el bueno, y el otro el malo, el racional y el irracional, el
constructivo y el destructivo, el violento y el pacifista, y muchas ocasiones
no nos percatamos de que nos estamos involucrando en una relación destructiva.
El amor implica la capacidad para
estar solo, sin sentirse solo. El necesitar a otra persona, sólo por compañía,
significa dependencia, no amor. El llenar los vacíos existenciales de uno, a
través de otra persona, en lugar de desarrollar los recursos propios, es
colocar a la otra persona en un “nexo esclavizante”.
Crecemos en el amor a medida que
crecemos en la intimidad con la otra persona. Ambos procesos requieren
trabajo,tiempo, el consentimiento para arriesgar dolor y la capacidad para
estar ahí, cuando se es necesitado.
El amor sigue siendo uno de los
apectos más complejos y difíciles de entender de la vida humana. Mucha gente
utiliza el amor simulado como medio para explotar a otra persona o para “crear
vinculos” de dependencia.
¿Alguna vez, te has percatado que estás en una
relación que no te satisface del todo? ¿Que estás justamente, donde no deberías
estar, y que te sientes herido por su tono de voz, sus malos tratos, por su
estilo de vida, porque “te provoca”, te humilla, te amenaza, te descalifica, te
manipula o te agrede de cualquier otra forma? y por si ésto fuera poco, ¿te
sientes culpable de eso, y terminas perdonándolo y justificándole todas éstas
actitudes?
La codependencia es una relación
adictiva , obsesiva, negativa, y destructiva, en la que el que la sufre se
centra en los problemas del otro, olvidándose de sí mismo y de sus propias
necesidades, ya que el que sufre ésta relación, píensa que de ésta forma podrá
hacer que el otro la sienta “indispensable” y por ello nunca la olvidará o la
abandonará.
Las personas codependientes,
característicamente se relacionan con personas conflictivas para poder
“rescatarlas”, y crear de ésta manera lazos que los unan, facilitando que
dichas personas abusen del codependiente, el que al darse cuenta que la otra
persona no reacciona como ella se imaginaba, se frusta, se deprime, pero pese a
ello, su reacción seguirá centrandose aún más en los problemas del otro,
creándose un circulo vicioso.
Esta relación es inconsciente y se sugiere
averiguar que está pasando. El conscientizar ésto, no es un proceso sencillo,
lleva tiempo, implica dolor y sufrimiento, pero hay que aceptar que se está
sufriendo de ésto mismo, y demostrar a los demás, que se es capaz de socializar
y de relacionarse con personas sanas.
La codependencia no implica que
quien la sufre deba necesariamente terminar la relación con la persona con
quien la padece, pero sí tiene que sanar de éste padecimiento psicológico,
incrementar su autoestima, aprender a poner límites, y a ser libre para elegir
con quien se relaciona, así como de asumir la responsabilidad de qué forma
hacerlo.
Las personas que sufren
codependencia, están convencidas de que el otro:
* Puede manejar sus emociones
* Que esa otra persona es necesaria
en su vida
* Que la felicidad no es para ellos
* Tienen cierta obsesión por la
pareja
*Tienen baja su autoestima
*Desconfían de la relación
*Es evidente la enorme dificultad
para expresar abiertamente sus emociones y sentimientos
*Tienen dificultad para poner
límites en la relación
*No asumen su propia realidad
*No razonan adecuadamente
*Presentan enormes ideas de culpa e
inseguridad de estar solo.
*No reconocen sus propias
necesidades, no las satisfacen y sus energías se vuelcan en satisfacer las
necesidades o demandas del otro.
La violencia que experimentan las
personas en una relación de pareja y la codependencia que ésto conlleva, ha
sido reconocida como un problema social que requiere ser abordado por diversas
disciplinas. Este fenómeno ocurre como patrón contínuo o escalado de abuso
físico, psicológico o sexual que se presenta en algunos estados emocionales de
personas codependientes, tales como el miedo y la sensación de vulnerabilidad.
Las principales formas de violencia
experimentadas por las personas codependientes son:
*La violencia física: ejercida mediante
golpes, cachetadas, empujones, patadas, jalones, etc.
*La violencia sexual: manifestada
principalmente en el hecho de forzar al otro a tener relaciones sexuales,
después de cometer un acto de violencia, como forma de “reconciliación”.
*La violencia psicológica:
manifestada en formas de intimidación, amenazas, insultos, devaluaciones,
descalificaciones, o nulificaciones de la persona que la padece.
*Los efectos en la salud mental, que
se presentan en las personas codependientes se categorizan en respuestas de
tipo emocional, cognoscitivo, somático y social.
Los efectos psicológicos del maltrato son:
depresión, baja autoestima, ideación suicida, recuerdos traumáticos, malestar
psicológico, aplanamiento afectivo, dificultades para dormir, e
hipervigilancia.
Las consecuencias físicas son:
trastornos del sueño, dolores de cabeza,dolores de estómago, dolor de espalda,
o falta de apetito, entre otras más.
A nivel social se genera
aislamiento, evitación del contacto con amigos o familiares, y surge
desconfianza en personas del género opuesto. Existe disrupción en el desarrollo
dentro de las diversas áreas de la vida de quien la padece, como en el trabajo
y la familia.
Las formas de violencia, y los
efectos de éste maltrato son devastadores y obstaculizan su desarrollo
personal. Esta situación deja una profunda huella en sus vidas y una dificultad
para recuperarse de esa experiencia.
El tratar de comprender esta
problemática podría redundar principalmente en demostrar la gravedad de este
tipo de conflictos y plantear la posibilidad de darle más atención.
Este esfuerzo podría ayudar a generar
estrategias que mejoren las relaciones de pareja, confrontando las creencias
culturales y eliminar los mitos que promueven la conducta agresiva y
destructiva. A su vez, ésto permitiría dar a conocer la magnitud del problema y
sus efectos en la vida de las personas que la padecen y proponer que mejoren
los sistemas de salud y de justicia que deberán incluir un apoyo efectivo a las
personas codependientes y sensibilizar a los expertos de las diversas
disciplinas respecto de éste fenómeno.
Tener autoestima significa sentirse
bien con uno mismo, mantener una actitud positiva acerca de lo que se puede
obtener en la vida y de la manera de cómo lograrlo. Se debe tener confianza y
ser independiente para superar el sentimiento de incompetencia. Se deben
reconocer los méritos propios. Las personas seguras, en armonía consigo mismas
y con el mundo que los rodea tienden a atraer a otras personas con las mismas
características.
Es importante establecer relaciones estrechas
y significativas con personas positivas.
La vida resultará mucho más
gratificante si se invierte en ella el tiempo y el esfuerzo necesarios para
encontrar la felicidad y dedicarse a ella con pasión.
Para poder querer y amar a los
demás, primero tenemos que querernos a nosotros mismos
Los elementos correctivos conocidos
de la agresión en pareja son:
1.-Contar con la voluntad de pedir
ayuda.
2.- Tener deseo de cambio hacia una
posición de pensamiento realista.
3.- Disponer de una visión
espiritual de la vida profesional y personal.
4.- Contar con un grupo de amigos
que ofrezcan un genuino soporte emocional.
5.-Procurar la capacidad de apreciar
los valores personales, independientemente del valor sentido y asignado por la
pareja y los demás.
Siempre existirá la posibilidad de rescatarte
tu mismo,realmente darte cuenta de que tu calidad de vida, dependerá en mucho
de tu elección de pareja, pero principalmente de que te des cuenta de que sólo
es necesario querer hacer los cambios correspondientes, para disfrutar de todo
aquello que te has perdido por seguir inmerso en una relación destructiva que,
muchas veces solo dejará en ti, no una huella….sino una mancha.
Un enfoque final,
La codependencia no es una
enfermedad, es una forma de relacionarse con las personas, principalmente en
aquellas relaciones significativas. Sin embargo, en esta ocasión hablaré de la
pareja.
Las personas codependientes siempre
establecen, como su nombre lo indica, relaciones destructivas, tóxicas,
dependientes, abusivas y controladoras. Amabas partes de la relación sufren y
tienen responsabilidad en la construcción del vínculo amoroso.
Las personas que llegan a establecer
relaciones de dependencia en general poseen un pobre concepto de sí mismas y
por supuesto que muestran un déficit en su autoestima. Por tanto no logran
tener una imagen positiva de ellas mismas. Creen y viven pensando que mientras
"más den a los demás" más van a recibir. Pero su vivencia es de lo
contrario: "por más que dan menos reciben"
La necesidad de ser necesitado es su
motivo de vida. El resentimiento los acompaña de por vida, además, tiene la
consigna de querer cambiar la conducta de su pareja, así, son capaces de
grandes sacrificios con tal de amar a su pareja.
Cuáles son algunas de las causas de
las personas que se vuelven codependientes:
- Haber crecido en una familia de
agresión y abuso de cualquier tipo.
- Estar sujeto desde la infancia en
ambientes y hogares donde la adicción era una forma de vida familiar.
- Hacerse responsable de una familia
cuando las circunstancias obligan, quizá porque los padres estuvieron enfermos,
murieron o fueron psicológicamente infantiles.
- Haber crecido en ambientes
caóticos emocionalmente hablando.
Algunos ambientes favorecen la
codependencia como una forma de relación, además, que se alienta porque se
piensa que son personas "muy responsables y dedicadas a que no haya
conflictos ni líos"
Las personas codependientes siempre
dejan de lado sus necesidades y están pendientes del medio familiar en el que
viven. En lugar de permitir que cada persona resuelva lo que le corresponde y
asuma sus propias consecuencias, por el contrario, ellas se responsabilizan de
todo y de todos, y por supuesto de su pareja.
Las relaciones codependientes se
encuentran siempre llenas de dolor y de confusión, si crees que padeces está
condición de relación, sería conveniente que entraras a nuestro sitio.
Cuando el amor en pareja se
convierte en dolor es un material electrónico que te permite comprender y
superar este desgarrador mal.
HOLISTICA Y TERAPIAS ALTERNATIVAS,
S.C.
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